La presidenta Cristina Fernández brinda con el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon
La presidenta Cristina Fernández comparte la mesa junto a otros líderes mundiales en un almuerzo ofrecido por el secretario general de la ONU en Nueva York
Esta última imagen es la prueba más contundente de lo aislados que estamos.(¬¬)
Hoy escuché el discurso de mi presidenta, que subiré en un momento. La miraba y la escuchaba. A la vez pensaba (si todo junto), que además de hermosa es un cuadro, que por primera vez me siento orgullosa cuando un presidente sale de gira y habla en el exterior.
Bien en ese preciso instante fue cuando mi mente me jugó la peor, fue un instante, un flash.
Terrible el momento en que vi como en una pesadilla una cara naranja horrenda, vociferando: "Vengo a salvar la ONU", y entré en pánico.
Me corrió un sudor frío por la espalda, sentí que no podía respirar.
Pero solo fue ese instante, duró un segundo. Y por eso pensé en la gala y ostentación que hace la oposición de ignorancia, cuando dicen que estamos aislados.
En realidad cuando dicen todo lo que dicen. Pero no se les cae una propuesta ni por equivocación.
Están abrumados, esto los supera. No solo intelectualmente ( ya que algunos seguramente tienen un vocabulario de no más de 100 palabras) si no porque su matriz idelógica tampoco lo permite. Son así de restringidos.
No es que las medidas que toma nuestra presidenta a ellos no se les ocurre, es que ellos pretenden otro modelo (el viejo querido y archiconocido modelo de exclusión que ya padecimos).
Ya el ninguneo a su gestión tiene mas que ver con las escasas posibilidades de respuesta y al mero hecho en si de ignorarla.
A mi lo único que me preocupa de sus viajes, es que cuando ella no está queda Cleto Iscariote de presidente.(por favor, que ya no me vicepresida)
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