Carta de Silvio Rodriguez
Quizá la había visto antes en Cuba, pero siempre me ha parecido que conocí a Mercedes Sosa en el estadio de béisbol de Santiago de los Caballeros, en la República Dominicana, una noche de diciembre de 1974. Ella se incorporaba a “Siete días con el pueblo”, un festival de canción comprometida que se venía celebrando desde hacía dos o tres jornadas. Aquella noche, las luces del estadio parecían romper la oscuridad y el pueblo reclamaba a sus cantores. En el pequeño espacio en que nos apretábamos los que esperábamos turno, me las arreglé para ubicarme al lado de ella, presentarme y decirle lo que la admiraba. Por último, azorado de mi propia locuacidad, tuve la mala pata de brindarle un trago, que rechazó arrugando la nariz.
Quizá la había visto antes en Cuba, pero siempre me ha parecido que conocí a Mercedes Sosa en el estadio de béisbol de Santiago de los Caballeros, en la República Dominicana, una noche de diciembre de 1974. Ella se incorporaba a “Siete días con el pueblo”, un festival de canción comprometida que se venía celebrando desde hacía dos o tres jornadas. Aquella noche, las luces del estadio parecían romper la oscuridad y el pueblo reclamaba a sus cantores. En el pequeño espacio en que nos apretábamos los que esperábamos turno, me las arreglé para ubicarme al lado de ella, presentarme y decirle lo que la admiraba. Por último, azorado de mi propia locuacidad, tuve la mala pata de brindarle un trago, que rechazó arrugando la nariz.
Mal comienzo, me dije.La recuerdo otra noche, también recién llegada, en este caso a Cuba, para más señas en Casa de las Américas, ella junto a nuestra amiga común, Haydée Santamaría. Fuimos un grupito de cantores a recibirla, a gozar del privilegio de tenerla cerca por un rato. Por entonces la acompañaba un asombroso guitarrista que se llamaba Pepeto, el que, lamentablemente, no mucho después falleció. Entre Mercedes y Pepeto, más que conjunción, había un estado de gracia.
La recuerdo también en Managua, en un Festival por la Paz. Estaban Alí Primera, Chico Buarque, Isabel Parra, Daniel Viglietti, los hermanos Mejía Godoy y muchos más. Pocas veces como aquel día tuve un flujo de comunicación tan intensa con Mercedes. Fue algo extraverbal, una empatía poderosa que ocurrió entre ella y yo. Alguien que pasaba nos hizo un par de fotos que recogen un poco el momento. Siempre que las veo, me estremezco.A principios de los años 80 me designaron para presentarla en Varadero, en uno de los dos festivales de la canción que dirigió la Nueva Trova. Y a mí, que tanto me corto en esos lances y que salgo sin guión, se me ocurrió decir que se trataba de alguien cuyo nombre era oro en la historia de la canción latinoamericana... Me acuerdo de que, mientras la ovacionaban, yo me bajé de allí con la sensación de haber dicho una estupidez, por comparar a Mercedes con el también llamado vil metal.Hoy, con el dolor de la pérdida presente, lejos de aquel agitado Varadero, me doy cuenta de que dije lo correcto. Mercedes -como Yupanqui y Violeta- es oro sustancial de las raíces de los Andes, tesoro de nuestro patrimonio sin tiempo. Bienaventurada es Mercedes Sosa.
NO QUIERO PENSAR QUE NO ESTÁ Susana Baca (Cantante y compositora peruana)Tengo muchos recuerdos vívidos. De una mujer tierna y hermosa. Recuerdo ir a su concierto, hace muchos años, en España, y bajar con un amigo a su camerino para darle saludos. Le decíamos “somos peruanos, estamos allí para oírte”. Y ella exclamó: “¡Cómo se quiere la tierra!”. Entonces no podía regresar a su país. El año pasado estuvimos dos veces juntas. En Córdoba, cuando cantamos “Duerme negrita” y después, en Bahía, donde cantamos “Canción con todos”. Ella fue muy generosa. Nos quedan esos discos con Milton Nascimento, Víctor Heredia, León Gieco, con todos los jóvenes. De todas maneras, va a ser muy difícil pensar que no está, que no pasará por el Perú, pero nos queda su voz para siempre. Los que la oímos no la podemos olvidar: esa intensidad que ella tiene, la transmitía en el escenario. Recuerdo el concierto en La Molina, que nos hizo llorar a todos. He sido tan feliz con ella, tan feliz. Ése es el recuerdo del cual me voy a agarrar para siempre. Porque no quiero pensar que ya no está.
NO QUIERO PENSAR QUE NO ESTÁ Susana Baca (Cantante y compositora peruana)Tengo muchos recuerdos vívidos. De una mujer tierna y hermosa. Recuerdo ir a su concierto, hace muchos años, en España, y bajar con un amigo a su camerino para darle saludos. Le decíamos “somos peruanos, estamos allí para oírte”. Y ella exclamó: “¡Cómo se quiere la tierra!”. Entonces no podía regresar a su país. El año pasado estuvimos dos veces juntas. En Córdoba, cuando cantamos “Duerme negrita” y después, en Bahía, donde cantamos “Canción con todos”. Ella fue muy generosa. Nos quedan esos discos con Milton Nascimento, Víctor Heredia, León Gieco, con todos los jóvenes. De todas maneras, va a ser muy difícil pensar que no está, que no pasará por el Perú, pero nos queda su voz para siempre. Los que la oímos no la podemos olvidar: esa intensidad que ella tiene, la transmitía en el escenario. Recuerdo el concierto en La Molina, que nos hizo llorar a todos. He sido tan feliz con ella, tan feliz. Ése es el recuerdo del cual me voy a agarrar para siempre. Porque no quiero pensar que ya no está.
SE CALLÓ ESTA INDIA FUERTE Gilberto Gil (Cantautor. Ex ministro de Cultura de Brasil)Pierde hoy no sólo la Argentina sino también el mundo a una de sus voces más importantes. Se calló esta india fuerte, que tan bien representa a su pueblo y a todo el pueblo amerindio. Estoy muy triste con la muerte de Mercedes que, sin embargo, quedará eterna en nuestros corazones por el legado que deja.
DESPEDIMOS A UNA AMIGA Estela de Carlotto (Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo)Es un día muy triste para todos los argentinos. Las Abuelas queremos despedir a una gran amiga, muy solidaria. Yo recién llego de Italia, y allí también se hablaba de su salud. Creo que Mercedes Sosa es una de esas personas que no mueren. Ha dejado mucho, sobre todo para los jóvenes, a los que tanta falta les hace tener estos ejemplos de vida. Venimos a darle nuestro homenaje y a despedirnos. Tuvo muchos problemas en su vida y sin embargo se la veía siempre fresca. Cansada, como estaba después de los recitales, abría siempre su camarín para recibirnos. Por eso creo que hay que despedirla con mucho dolor, pero también con una sonrisa, por todo lo que nos dio.UNA PÉRDIDA TERRIBLE Eduardo Falú (Músico)Pasamos mucho tiempo juntos. Yo fui un poco actor de su aparición, en el año sesenta y pico, cuando hicimos el Romance de la muerte de Juan Lavalle. Necesitábamos a alguien que cantara una vidalita que estaba en la obra. La trajeron a ella, que yo no sabía quién era, y apenas la escuché dije: “Ésta es la voz”. Enseguida la discográfica la contrató para que siguiera grabando. Yo supongo que hoy, en el interior, la reacción debe ser la misma que aquí. Porque es una pérdida terrible para el canto y el arte argentinos.
ERA UNA ESTRELLA DEL UNIVERSO Bahiano (Músico, ex líder de Los Pericos)Me conmovió mucho verla. Estaba en mi casa y sentí la necesidad de venir. Yo no puedo hablar como sus allegados, como los que vivieron el día a día con ella. Pero tuve la suerte de que me invitara a dos conciertos a cantar juntos. Y, en esos pocos instantes en que estuve con ella, me trató con muchísimo cariño, y eso lo voy a llevar en mi corazón siempre. Mercedes era una estrella del universo, ¿a quién no le dejó algo? El cariño que ella me dio a mí es enorme y hasta me sorprendió. Es un ícono enorme en Latinoamérica. Y va a seguir siéndolo, por supuesto. Es un emblema para nosotros, y un orgullo haberla tenido. Su universo siempre fue el de seguir descubriendo y el de seguir compartiendo. Para ella, compartir no era egoísmo. El homenaje tiene que partir del pueblo. Ahora, en todos lados está sonando una campana de honor hacia ella.
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